no escribe nada mara, todavía sentada en el sofá de harlem. el desentramado se quedó pegao en su viaje de ayahuasca, no escribe alina del otro lado de su largo espejo. no escribe ariadna más poemas vegetales. se perdieron las entradas las salidas de guillermo.
no escriben nada más tampoco los escritores muertos. yo no me quiero morir.
3 comentarios:
que bueno... porque nos debes unos cuantos libros...
un abrazo, nicole
Carlos Esteban
yo tampoco
cómo es eso de tu nuevo trabajo detrás de una puerta?
por mi parte te cuento que cumplí 33 si los estragos del año anterior
ay nicole! nicole! la hemorragia en la mente esta, roja, como a punto de derrame, lo que no tengo es tiempo!! me encantó eso de que sigo en el sofá de harlem. jeje, un desplazamiento síquico te da la razón. todo mi ser querría estar todavía en ese sofá y no sumergida frente a la ensayistica incolora que me arropa. no sé si te pasa,pero mientras más estrésica estoy con lo académico más musa que me llama. uno que otro poema está empezado en desktop. pronto pronto. un abrazo, mara
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