30.4.06

lectura de poesía

el poeta de hoy es un gringo gordísimo y diabético. recita sus poemas a la tele mientras confiesa su triste dieta de sofá. la luz de la galería le hace brillar la calva jincha e imprime un molesto reflejo en los lentes de sus espejuelos. el ritmo de su poesía es una abyecta letanía de confesiones calendarizadas. un récord humillante de lo que come y lo que ve. vive en casa de sus padres. engorda viendo el fútbol en espn. mira por las ventanas la vida social de sus vecinos. llora con el sitocm de turno. disfruta su soledad de re-runs. su poesía -patética, monótona y tranquila- la verdad, me gusta un poco.

ABC No Rio
156 Rivington St.
NY, NY

22.4.06

primer borrador de mi historia negra

siempre supe que no me tocaba ese poema.
que por alguna razón insuficiente
no podía nombrar esa palabra negra.
que esa era mi historia,
llena de significaciones entre líneas
que nunca me tocaban,
que me aturdían.
y yo era negra también,
aunque tú no me lo creas.
yo era negra
porque nadie sabía nada de mi padre.
yo era negra.
yo era negra porque era la otra en mi familia.
abrazada al mapa del regazo de mi abuela
para no perderme.
llena de secretos incrustados
en las capas de pintura
que acumulan las casas de cemento.
buscando entre los libros de doctor
de mi abuelito veterano,
siempre en el lugar equivocado,
pistas coherentes del sabor de mis caderas.
los espacios oscuros en los que se me cancelaba.
yo no era de allí, supongo,
yo me fijaba en otras cosas.
el discurso racista en la sobremesa de mi casa
me amargaba.
esa era yo y esa eran ellos.
eran mami, abuela, abuelo.
tal vez mi tío un poco menos,
que me llevó a mirar las putas en santurce
y siempre tuvo novias con el pelo rizo,
novias negras.
yo quería ver más allá del enrejado,
quemarme con aceite en la cocina,
engrasarme las manos,
pintar con las cenizas de las hogueras nocturnas
de los pueblos cercanos a la playa
y sin embargo, y a pesar de mi familia,
las capas de pintura,
los cuentos extendidos más allá del sueño estético,
todos trazaban pistas negras,
un lenguaje cotidiano con el acento portugués
de un negocio transoceánico
que nos hizo a todos negros,
negros en la cama los abuelos franceses,
las tías canarias,
negro también sevilla,
negro el perú,
negro todo el sur de españa,
negras las ventanas soleadas de las casas,
negros los bailes, las querencias,
la virtud del mar en la mirada.
y el problema es que no había más historia
que las enredadas genealogías familiares,
historias privadas de las que no se habla,
historias de pobreza y negligencias,
historias demasiado pobres para ser históricas,
demasiado negras para ser historias literarias.
por eso me acusaron de confesional,
folklórica, infantil, ingenua, fresa.
demasiado culo, demasiada boca,
demasiada risa, demasiado sucia,
demasiado cafre, demasiado negra,
demasiado baja. explayada. malhablada.
y ya la blancura era un contexto irracional,
fantástico y pendejo,
hecho de un mármol plástico y gomoso,
inmune a los estragos del salitre y la resaca.
y yo, rebelde, me iba a la playa
a ponerme cada vez más negra,
cada vez más pobre, más descalza.
y yo, cobarde, iba con una vergüenza blanca
en el cuerpo avergonzado,
una vergüenza lechosa y rosadita,
una vergüenza también de bultos y de carnes,
una vergüenza colonial, terrateniente, adúltera,
fornicante, blanca, violadora, víctima, violada,
una vergüenza negra en el lenguaje,
en la vida cotidiana,
inapropiada para mi casa hipócrita,
para mi casa blanca.
yo sabía bien que el mar que me rodeaba
era de áfrica,
que la luna del cielo era de áfrica,
que el cielo no cabe todo en una palma
de una mano blanca,
que el ritmo de la noche era de áfrica,
que el cansancio de los cuerpos,
que la palabra cuerpo,
que la palabra planta,
que la palabra madre,
que la palabra vida,
que la palabra casa,
que la palabra historia,
que mi historia toda.
y tracé por voluntad esa
línea imaginaria y fértil,
desde el centro genital de mis orígenes
hasta algún país de áfrica.
y aunque tú me veas así,
tan burguesa, tan perdida, tan blanquita,
yo te juro que siempre fui la negra de mi casa.
la negra con toda su connotación de estereotipo,
la negra con todos los prejuicios,
con todas las violencias.
yo era la bastarda,
la negrita, la nena malcriada,
escondida entre los márgenes
de la falda del cafetal abandonado
de mi abuela blanca.

"estigmatizado...por mente"

uf. por primera vez en mucho tiempo, ayer pasé algunas de las horas tempranas de la noche viendo telemundo. vi un no te duermas raro donde no salía el gangster y las mujeres tenían más ropa que de costumbre. después vi las noticias y debo confesar que me sentí muy satisfecha. fueron muy informativas. vi el informe de tiempo, salones inundados, accidentes de tránsito; vi al gobernador decir con su mejor cara de lechuga que el problema del déficit económico del país estaba en los sueldos de la burocracia batatera y que este año, no señor, no iban a haber almuezos ni flores para las secretarias. vi a un caballo aplastar a su jinete. vi a oscar de la hoya anunciar su próximo retiro del boxeo, vi peloteros culones corriendo a la tercera base, volví a ver el pronóstico del tiempo. sin embargo, la noticia que más me satisfizo, sin duda alguna, fue el reportaje sobre el estigmatizado de carolina. pensé que carolina debe ser un gran pueblo, que ha dado a la luz pública importantes figuras tales como julia de burgos, el gigante de carolina y ahora, el estigmatizado de carolina. yo no tenía ni idea que podíamos ser tan devotos. la mejor parte fue el tono de burla con que los reporteros cubrían el evento. se acercaban a las llagas del tipo mientras lo acusaban de loco, de haberse autoinfligido los estigmas mentalmente, después de que la película de mel gibson le causara una fuertísima impresión. wow, qué literario. sentí un poco de vergüenza de vivir tan enajenada al periodismo isleño, sentí como que llegaba tarde a una gran historia (jaja). luego, se me ocurrió que para darle vida a este espacio, queridos lectores, necesito su participación. quisiera leer todas las versiones posibles del cuento del estigmatizado de carolina... ¿alguien se la sabe? ¿alguien lo conoce? ¿qué me pueden decir de él?

20.4.06

tendido negro

El barrio es una carta de colores, una suma de materiales juntos, un montón de nidos para gente que anida bajo antenas de Direct TV. El tendido eléctrico traza las calles desde arriba, se vuelve un tendedero de chiringas y de tennis, se vuelve un moño en las esquinas y un dibujo extraño, tipo mosaico, que fragmenta el cielo para quien lo mira desde abajo. El barrio se ha vuelto un promontorio de paredes con graffitis, un mapa de cafeterías y colmados, de iglesias protestantes con micrófono, de beautys de dominicanas, de puntos fáciles de droga y un mejunje caribeño, de acentos hermanados y de pieles con olor a sal. El mar se ve de fondo. Las olas no se mueven. El cielo es una escala de grises. Y no hay atardecer.

de Xavier Valcárcel / especial para [rabietario] / www.tendidonegro.blogspot.com

16.4.06

paso el rato de un lugar a otro lugar, buscando impulsos creativos en las luces ciegas, en las cosas tristes, porque no me queda otra, porque si no, pasa la vida en una morriña insoportable, en nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada

pócimas

tirarse al río por lo menos una vez al año / quitarse todo / confiar en alguien plenamente / confiar en una misma / en alguna posible belleza alternativa / irse de paseo / alucinar / tener un millón de voces en la cabeza inventándose cosas / generar ideas / llevar a cabo las ideas / salir al sol por tiempos prolongados / pelarse la piel / caminar descalza / quemarse los pies con arena / pelarse los pies

sobrevivientes

mi casa es un paraíso perdido
un terreno baldío

la gente sobrevive por fe
como sobreviven las plantas
a pesar de la sequía

cómo sobreviven

porque de humillación
no muere nadie

porque mañana es otro día

13.4.06

la isla
es un hoyo negro en medio de la plaza. un hoyo metereológico que chupa todo lo que encuentra. un hoyo emocional. una centrípeta loca rodeada de mar por todos los costados.

la playa

el escambrón, lunes 11AM / foto mía


El Muro (c) Intifada 2006
busco el rastro de un lector que reaccione con violencia
a esta violencia de la escritura

instalación morro

foto: mía / concepto: alejandroepifanio

maricao - toda esta gente soy yo

Doña Minga tenía 24 hijos, 72 nietos y 40 bisnietos. María Dominga, la habían bautizado. Vivía al lado del hospital pero nunca tuvo seguro médico. Le decían la coqueta del pueblo. Había enviudado cuatro veces y le faltaban algunos dientes. Buscaba entre los jóvenes que subían al monte para bañarse en las cascadas del Salto Curet al mejor candidato para sobrevivirlo. Por eso se acercó al carro. Mi panita no dijo nada al respecto, pero me gusta creer que lo consideró.


por ejemplo / qué pasaría / si a Minga se la tragara la maleza /no pasaría nada / sus hijos /sus nietos / sus bisnietos / sus tataranietos /todos / solos / salados / pueden poblar / podrían / la humanidad

la pueblan


Maricao es un pueblo fantasma que poco a poco pierde pares de manos hábiles. Se está perdiendo la tradición de tostar el café - me contaba la señora mientras molía mis dos libras del grano. Olía a maravillas. Así tendrían que oler las maravillas. Todas las del mundo, por lo menos. Son $8.50. Gracias.

12.4.06

¿sabes qué? anoche conseguimos hongos. de la nada. nos llenamos los pies de barro rojo sólo por alargar el día. vimos a la luna irse nadando a las profundidades del mismo mar de corales que nos había recibido en la tarde. la luna desapareció roja en el agua. la vimos. yo pensaba en cielos circulares y en lenguajes incompletos.

me pregunto si la textura de la luna parecerá un coral.
(y digo que es culpa de ella / —de la noche— el universo / cual son culpables los versos / de que haya noches y estrellas *** [silvio])
será suficiente la luna (roja)
para estas grafías que se empeñan
en salir de mí ordenadas
tradicionalmente ordenadas
pidiéndome

silencio

mar

tres palmas, rincón / fotos mías
tanto embate
aguanta el cuerpo

de lado a lado

los cuerpos de agua
no tienen raíces

foto

casa abandonada / quebradillas / foto mía


a pueltorrico tiene que tragárselo la tierra
porque somos un bochorno/tanto sol/tanta belleza
que dan ganas de morirse/ahímismo
de tronarse los dedos consecutivamente
de ser menos que todo/porque eso somos:
los menos del mundo/con una condición
de colonia predilecta insoportable-
mente cierta

una luna que se baña en el mar de madrugada
y nada más importa/si los mangós siguen creciendo
en cualquier barrio/en cualquier esquina
y nunca hay hambre y nadie se come los mangós

de todas maneras

a casi nadie le gusta su escuela
aprender se vuelve un tedio
un desaliento-
por eso nadie nos enseña historia
ni nos canta la que hay/aunque no guste
aunque desgarre el corazón
y cause un desconcierto
tan amargo
que da
grima

hay tanto tiempo de ocio
tanto subempleo
toma tan poco abrir alguna lata
¿tú sabes lo que es una escarlata?

eso somos
un suvenir
una luz impresionante
a todas horas
tanta luz

que nuestras fotos salen
tan tan irreales
tan tan imposibles
tan tan coloridas
tan tan naturales
tan tan tristes

11.4.06

desdoblar un mapa / definir la ruta / con un dedo

cabuya

la llamada

acabamos de fumarnos un fili. yo, recién llegada de puerto rico. ale marca el número de rachel. seremos superhéreos repartiendo el bacalado - rapean las bocinas de la compu. estamos en la sala, hablando sobre el baile la botella y la baraja de nuestros recientes viajes. hangueo abismal en una isla que se nos cae en cima. nos interrume la conversación el kánkakAánkánkánkánkánkánkánkánk del teléfono descolgado. ale vuelve a marcar el número de rachel. yo no sé lo que ella dice, pero nos morimos de la risa. "ella dice que le dejé un mensaje hablando en español con alguien más" - me dice ale. "baby, i dialed your number and I forgot" - se excusa. "baby, i dialed your number and I forgot.", escribo.

la isla: el mar, el mundo todo

podría jurar que no existe la isla: que esta gente se desvive, día a día, des- dibujando las paredes de las casas viejas, de las casas sin muros ni ventanas que destapen una historia nocturna y escondida entre los pliegues íntimos del mar. y todavía,
toda esta gente soy yo.

chiringas

fotos por Diego Romero / montaje mío