20.4.07

mito silvio

ver a silvio nunca estuvo entre las experiencias que consideré posibles. era una quimera, algo así como desear que lloviera adentro de las casas o ver granizar en el desierto. pero mexico me hizo ese regalo el martes. fui con lauri, que tampoco cabía en sí de la alegría porque silvio tampoco puede cantar en el salvador. teníamos modestos asientos en el piso más alto del auditorio nacional. llegamos temprano. pedimos unas cerveza para caer un poco en tiempo y nos sentamos a esperar. la verdad verdad, esperábamos poco del concierto. todos los mexicanos (menos los que estaban allí en el auditorio cantando con silvio y con nosotras) nos habían asegurado que silvio era el más insoportable, el más irrespetuoso con su público, el más falso. que iba a cantar apenas cuarenta minutos y se iba a ir, dejando a todo el mundo soso y enojado. yo estaba preparada para salir hablando mierda con cojones de la revolución cubana y odiar a silvio de una vez por todas. afortunadamente fue todo lo contrario. fueron, fácil, dos de las mejores horas de mi vida. el repertorio estuvo increíble y complaciente. el escaramujo. historia de las sillas. quien fuera. te doy una canción. gaviota. días y flores. angel para un final. oleo de mujer con sombrero. el necio. la masa. pequeña serenata diurna. unicornio. ojalá. (que conste que unicornio y ojalá no me gustan tanto). pero el tiempo asumió allí su espiral sin tiempo y estuve a la vez en todos los conciertos de mi vida, sobretodo en los que fuimos juntos. reviví nuestro amor de entonces, esa forma de querernos bajo el agua y en el césped de las huelgas, volví a pintar pancartas en el suelo de una casa de estudiante, volví al cuartito de la calle de diego donde los vecinos nos escuchaban con frecuencia gritando de placer y de alegría. pensé otra vez en cuba con ternura, pensé en vieques, pensé en la tertulia cuando silvio era algo así como la serpiente emplumada de todos nuestras pueriles fantasías guerrilleras y nuestros castillos de arena mojada en una nuez. me hiciste falta. no me había dado cuenta pero silvio tiene todo que ver contigo y después del concierto me rodeó un vaho de nostalgia por el antes, por el nunca, por el siempre, por la vista con mar de la casa del cerro donde vivimos juntos la última vez en puerto rico, sentí nostalgia de tus besos revolucionarios, de los chicles de abajo de las mesas, de la rabia, del panfleto, del amor.

11 comentarios:

Awilda I. Castro Suárez dijo...

Qué hermoso compañera. La nostalgia es así, curiosamente yo también asocio a Silvio con una época de pancartas, de descubrir el amor...

Xavier Valcárcel dijo...

tengo ganas d llorar

Sergio Gutiérrez Negrón dijo...

eso me da sentimiento.
creo que comparto el mito silvio.

Soraya Marcano dijo...

oh, Silvio, que maravilloso

María Tabares dijo...

Tu man tiene un lujo de chica. Tan bonita que eres mi pequeña gran amiga Nicole

Marilyna dijo...

Lloré y me acordé de la que una vez fuí. La que estoy segura no volverá.

Christian Ibarra dijo...

Nicole eres muy afortunada nina. que bueno q lo viste...oye ya tengo blog!

Anónimo dijo...

yo lo vi en barcelona hace casi dos años, pero no cantó óleo de una mujer con sombrero... aunque para mí él no es tantas cosas, esto es hermoso.

Anónimo dijo...

me imagino que eso yo habrá sido suficiente para botar todo lo que tengas del maldito de Silvio Rodriguez, y te dediques a Louie Vega de una vez por todas!!!!!

The geisha pop dijo...

uy... me choca estar entre esos mexicanos que aborrecen los conciertos de silvio...

Tal vez fue que creci con esa musica y era tanta mi ilusion por el concierto que cuando me encontre frente a frente con silvio fue algo decepcionante...

tal vez fue que el se encontraba cansado y no quizo hacer buenos encores...

tal vez simple y sencillamente soy un escuincle mamon...

.. si eso debe ser...

besos

Ashauri

PD: ajua!! al fin encontre tu blog!!

no apta para la humanidad dijo...

ay, ay...esto me dolió
Creo entender...Silvio también me trae asociaciones inevitables. A veces lo escucho y recuerdo noches en las que el de entonces me dormía sobre su pecho con Silvio cantando en el fondo.
Pero bueno, más allá de esa tristeza/nostalgia por lo que nunca volverá..Silvio es grande. A mí también me hicieron el cuento de lo burdo que era. Pero no fue así. Fue igual a lo que describiste. Chica, me hiciste revivir esa emoción.