9.2.07

las consecuencias de los actos

empiezo a darme cuenta de las consecuencias de mis actos. una no puede estar en dos o tres lugares al mismo tiempo, ni siquiera por internet. estar aquí implica, necesariamente, dejar de estar allá. pienso en la nieve, en la bioluminiscencia, en los nombres de las calles (mulberry street, knickerbocker avenue, broadway, spring street, northern boulevard, 141st, por ejemplo - o calle loíza, avenida fernández juncos, calle bosque, callejón del gándaro) y mido la distancia que me separa de los sitios a los que deseo regresar todas las tardes. miro desde otro punto cardinal. el viaje es tiempo, concreto tiempo. suelo perderme en sus vericuetos. una es lo que decide. soy mis actos. esta distancia deseada adquiere proporciones absolutas. la nostalgia me pega duro. piso tierra firme y estas coordenadas halan hacia el centro. el continente me determina. los aviones, para mí o para ti, son ahora una quimera brumosa. la distancia del aire pellizca y duele.

9 comentarios:

  1. nadie dijo que era fácil
    te admiro por tener el valor de dejar lo conocido atrás
    y atreverte a experimentar.
    mis mejores energías están contigo.

    que estés bien, loca!!!

    un abrazo

    K.

    ResponderEliminar
  2. "la distancia del aire pellizca y duele..." Sí, yo también creo ser el producto de mis hechos. No está mal, digo...

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué va a estar mal,carajo!
    Está conmadre, chingón, genial, perfecto.

    ResponderEliminar
  4. "y mido la distancia que me separa de los sitios a los que deseo regresar todas las tardes"

    No voltées...de hacerlo te convertirías en mujer de sal...no mires atrás! sólo así se lava la nostalgía

    ResponderEliminar
  5. Ops! Lo del mal se refería a ser el producto de mis hechos, no a más. Me hiciste reír, ese tono mexicano siempre me ha gustado, Lorena.

    Saludos a las dos.

    OA

    ResponderEliminar
  6. disfrutando del viaje
    beso volado

    ResponderEliminar
  7. el viaje
    mexico parece comer
    agarrate fuerte nomas
    luego caes en el embrujo
    otra vez

    ResponderEliminar
  8. “una equilibrista enana se echa al hombro una bolsa de huesos y avanza por el alambre con los ojos cerrados”
    A. Pizarnik

    ResponderEliminar
  9. ese último verso me humedeció los ojos. como dijo la loca de la casa, no mires atrás. esa es la clave, no mirar atrás nunca y seguir y seguir.

    ResponderEliminar