11.4.10

nómadas

A todas nos habita otra mujer,
mochila al hombro
y sueños acosando palabras
que no saben de puntos cardinales.
Me recuerdo a mí misma,
cabello despeinado como mazorca de maíz
pariendo tempestades,
granos de miel que no desgranan ya los que me amaron.
Esto de reflejar antiguas osadías en el espejo actual
me nutre y asesina.
Es que me habita aún esa mujer que nunca duerme.

LEDA GARCÍA
Costa Rica

3 comentarios:

  1. hoy mismo se levantó esa mujer y me amarró a la cama.

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  2. wowwww, de repente fue como leer una versión de angelamaría dávila, no se si fue el juego de palabras, o el ritmo. pero la escuché en esta mujer. el poema me parece genial, tanto en tan poco!

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