7.3.08

confieso que he copiado

por Fernando de Peña (Feña)



En japón están los únicos monos que viven en la nieve, son esos babuinos que se relajan reposando en el agua calentita de las termas. Parecen tan sabios y felices, o queremos creer que lo son. Esa imagen del babuino en el agua, la he visto montones de veces. Nosé dónde, ni cuándo, y como nunca he estado en japón, me imagino que la vi en la tele. Pero se repite y se repite. Una y otra vez.

A veces leo,
A veces escucho,
A veces veo...
Cosas que me dejan pasmado.
Que me enamoran en un instante.
Como cuando vi por primera vez esos dibujitos que hacías
o esos poemas que con vergüenza me mostraste
diciendo "son malos pero son míos".

Ese libro que me cambió la vida, ese dibujo animado que me revolvió la guata.
Esa necesidad que compartimos tu y yo de decir un montón de cosas.
Tú lo hacías mucho mejor que yo,
o al menos eso creía,
y un día,
sin que te dieras cuenta,
te copié.

Sé que tal vez no te guste la idea, pero te copié.
Es que escribías tan bonito, pintabas tan bonito, que quería ser como tú.
A veces sentía la necesidad de ser original también, y te mostraba mis humildes cositas, con la misma vergüenza que se siente en el primer beso.

Un mundo se levanta frente a ti.
Este mundo.
Mi mundo, que quería copiar tu mundo y aun así conservar ese estilo tan propio como para que me amaras como yo te amo.

Voy a decirte de una sola vez toda la verdad.
Te copié,
calqué tus poemas,
robé tus palabras.
me chorié tus dibujos,
hurté tus canciones,
no te devolví la ropa que me prestaste,
imité tus expresiones,
anoté tus hábitos,
y las convertí en mis costumbres.

Todo esto que escribo y me dices que te gusta es lo mas cercano que puedo hacer de una copia exacta de lo que me dijiste ayer.

Un de esas tardes en que se ven al mismo tiempo la luna y el sol, le dije a una niña desconocida que lo tuyo lo había hecho yo, para impresionarla.
Sé que ella nunca te va a conocer, por eso lo hice.
Perdóname.
Sólo me consuela el imaginar que alguna vez tú hayas hecho lo mismo,
o por lo menos has sentido la tentación,
trepando por la parte de atrás de tu cuello,
tentándote con susurros en la orejita,
pidiéndote que te apropies de mi alma pudorosa,
cuando lo situación lo amerita.

Nos copiamos mutuamente, como símbolo de admiración, nos robamos las ideas y no decimos nada, porque en secreto nos amamos. Como si todos y cada uno fueran algún tipo de genio al que admirar, como si los logros de los demás fueran nuestros propios logros, nos sentimos orgullosos del lazo familiar que hemos formado, basado en la copia.

En el inicio del mundo babuino, éstos no conocían el placer de un baño termal. simplemente se recagaban de frío en el invierno. Dicen las malas lenguas del national geografic que en 1950 un babuino cayó accidentalmente en una laguna de aguas termales, desde entonces, todos los babuinos se quedan ahí, reposando en el aguita caliente. Aflojando sus carnes, esperando que a algún otro babuino le suceda un genial accidente que cambie sus vidas para siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

este es el muchcacho que leyó ayer?
me gustó

Ser Aquí dijo...

genius!