luna nueva. eclipse de sol inaccesible desde el trópico. bienvenido escorpio. a veces los latidos del corazón te joden con el pulso, dice melissa. ahora los martes y jueves practicamos la vida. alrededor de una mesa, tenemos la voluntad de desenajenarnos, a pesar de los niveles de abstracción de lo mental, las capas inacabables de pensamiento y las distracciones peligrosas de la poesía que nunca vamos a escribir. hoy me hubiera podido quedar adentro de la cueva, aunque una migración de mariposas haya estado pasando por aquí. está cambiando el viento y entonces es cuestión de voluntad. 

en absoluta soledad y completamente limpia
se relaciona una mujer con su propia peste

la humedad de la tarde el salitre del muelle
la gasolina de las naves la densidad del mangle

hunde la nariz en el pantano de ser
y huele

por aquello de los homenajes incomprensibles