23.8.05
el sueño
Anoche soñé el encuentro con mi padre. Sus hermanas le habían encerrado con seguro en un cuarto inaccesible de la casa. Allí él hacía su vida sin rezarle a dios. Me abrió la puerta un cura, o tal vez una muchacha conmovida con mi historia. Él yacía tranquilo (sin hija hasta el momento), como si hubiera descubierto el secreto de la juventud. Mi padre prosiguió a tatuarme una sorpresa y a compartir conmigo el humo de su vida. Desperté sin haber visto el diseño que me tatuó en la piel.
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