2.1.06

nota al calce

cuando regresé a nueva york, mi primer contacto humano fue bastante peculiar. eran como las nueve de la mañana. el subway estaba inusualmente vacío. supongo que poca gente sale en tren el primero de enero a las nueve de la mañana. yo había tenido que volar a newark porque todos los vuelos de san juan a jfk estaban llenos cuando compré mi pasaje. mi commute de llegada era bastante largo, tomando en cuenta que vivo en brooklyn. tenía que cambiar de tren en la parada de 14th street y 8va avenida. como llevaba mucho paquete decidí usar el ascensor. me posicioné en una esquinita de éste, mirando hacia afuera, tratando de esquivar el charco de orín con el que me topé. los orines no tenían nada de peculiar, todo el mundo mea. aguanté la respiración. mientras se cerraba la puerta del ascensor, una mujer bastante demacrada con el pelo teñido de rubio me miró fijamente. justo antes de que la puerta cerrara por completo, me enseñó el fuck finger (deo malo) apasionada. no sé quién es ella, no la volví a ver. pero me hizo sentir de vuelta a casa.

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