podría jurar que no existe la isla: que esta gente se desvive, día a día, des- dibujando las paredes de las casas viejas, de las casas sin muros ni ventanas que destapen una historia nocturna y escondida entre los pliegues íntimos del mar. y todavía,
toda esta gente soy yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario