8.8.06

la bisabuela

llevo días queriendo contarte del fantasma que había visto mi tía. tal vez la madre de su madre, bisabuela mía, con un traje amarillo transparentándose en la noche, con botones en el pecho y un cuello redondo con encajes. el fantasma de la bisabuela cargaba una canasta y recogía del piso semillas de café. nadie sabía cómo habían llegado las semillas al palmar de su memoria. mi tía era la única que la había visto. aseguraba que la vieja transparente tenía una sola lupa correctora en el ojo izquierdo y que se le había aparecido para darnos un mensaje. ella, mi tía, era nuestra intérprete. en casa todos desconfiaban de sus certezas esotéricas. la daban por loca. nuestros pies sobre la tierra nos aseguraban que los fantasmas no existen. pero dos de nuestras tías abuelas más queridas se habían conmovido tanto con el cuadro: titi biba no dudó en decir que ese fantasma era su madre. titi ada había dicho que con ese mismo traje amarillo era que la habían enterrado. abuela, lo más racional que pudo, afirmó relativamente que el traje parecía ‘de antes’, que tal vez. mi tía había pintado el cuadro a regañadientes, bajo el ojo burlón de su marido y sus hijos, de su hermana mayor, su hermano menor, primitos y sobrinos. ella se emocionaba mucho cuando hablaba del fantasma. la verdad es que me conmovía. incluso me atrevo a decir que a veces, cuando sentía ganas de escucharle, mi tía hasta lograba convencerme. era de noche, la vieja se le había aparecido en una curva de cupey cerca de su casa. se inclinaba para recoger del suelo algún objeto que guardaba sistemáticamente en una canasta. ella le había tomado una foto opaca y borrosa, que luego reveló con sus acrílicos. lo que nadie se explica es de dónde salía el café si en el cuadro la vegetación de fondo parece un palmar, o, en todo caso, en cuál carretera de cupey hay tanta palmera. ahora mi tía se empeña en vender el cuadro, lo único que queda de esa bisabuela que nunca conocimos.

3 comentarios:

Hoy, artista dijo...

Siempre he querido que esa cuestión de los fantasmas sea verdad. No lo creo, pero que chulo sería poder comunicarnos con nuestros muertos más queridos. Justo hoy escribí sobre mi abuela muerta, pero no tengo pruebas de que esté aquí, no me da ninguna señal. Tal vez sea porque era católica y no espiritista. Y tanto que tendría que hablar con ella.

Dile a tu tía que me encanta el cuadro y que se lo compraría si tuviera el dinero. ¿Crees que si tuviera dinero también podría encontrar un medium que me comunicara con mi abuela?

Antonio Mundaca dijo...

esas historias simplemente me gustan. sin más.

Anónimo dijo...

Pucha yo tambien he estado en tiempo de fantasmas, ojala y a veces fueran solo historias