las mañanitas

hoy es mi último lunes de trabajo. para variar, me desperté temprano, a las 7:30, aunque no tengo que llegar a the door hasta las 11. quería la mañanita para mí. herbie hancock es buena compañía para un lunes sola, de pocas palabras. fumo. nada como empezar la semana así. pienso que voy a extrañar a chinatown por las mañanas, la caminata de centre st. hasta sixth avenue, en la que descubro al mundo cada día. cidí dividí. purse. coach. scarf. five dolla. me divierte caminar entre los repollos, espinacas y lechugas de los kioscos ambulantes, entre cabezas de pescado y patos muertos colgando de un cordel. nunca he comido pato. el barrio chino debe ser igual en todas las ciudades. hacía tiempo que quería escribir eso de chinatown. yo tengo que hablar menos mierda y hacer más: mandar a hacer el molde para la serigrafía de la portada del libro, tener mi exit interview en el trabajo, depositar un par de cheques en el banco, ver a lichi por fin y tener una de esas conversaciones trascendentales que se tienen solamente con las amigas que una nunca ve, ir a la tertulia de aguafuerte (ojalá estén todos) y darles las gracias y las noticias del viaje, sacar 12 fucking fotos de pasaporte para los trámites de la visa, salir con elisa, caminar un par de bloques que no haya caminado antes, visitar a alexandra para que me haga algo en el pelo, leer la oceanografía del tedio y hacer un bosquejo general del ensayo para la maruca, terminar los cuatro o cinco libros que tengo prestados (outside, un cuarto propio, the hip hop generation, el comic de la historia de los latinos en u.s.a.) volver a la piscina, que el frío me entumece las articulaciones, encontrar a alguna chica que calze tamaño seis para poder regalarle la mitad de mis pares de zapatos.