en las afueras del pueblo fantasma de Yanhuitlan, región de Oaxaca donde la colonización española fue, en su momento, de un esplendor monumental, yace el exconvento de santo domingo. el suelo es de tierra, muchos pájaros se han estrellado sobre los vidrios de colores de los ventanales. el aire frío entra por las ventanas rotas dándole a las cosas un ambiente tétrico, misterioso. hay andamios, pedestales de luces conectadas a un generador, y todavía celebran misa. el lugar me parecía perfecto para alguna festividad pagana. un concierto, un rave, qué sé yo.
después de misa, el 12 de noviembre del 2006 (víspera de mi cumpleaños número veintiséis), los pocos habitantes que quedan aún en el poblado escucharon a un grupo de 20 mujeres recitar sus poemas rabiosos, eróticos, políticos y anticlericales, acompañadas por la banda infantil municipal. a mitad del recital, las mujeres, en trance, se levantaron de las bancas a bailar, saltando poseídas por algún espíritu prehispánico, seguramente el mismo que hace temblar a los cimientos del exconvento cada vez que sopla el viento.
(en las fotos, las poetas esperan que termine la misa para invadir con sus ecos el recinto sagrado).
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