5.12.06

gajes del oficio

anoche lloré. esta mañana también un poco. pero no importa tanto. son gajes del oficio, como diría mi mamá si ayer me hubiese caído de la bici por primera vez y tuviera sangrando las rodillas. supongo que es normal estar nostálgica. son muchas despedidas de golpe y despedirse siempre me pone vulnerable. como cuando me despedí de Lorena en la boca del metro en Coyoacán. aunque nos habíamos fumado una cantidad absurda de porros y ella había marcado el calendario con el próximo encuentro igual lloré. después llamé por teléfono y anduve impaciente. anoche no tenía a quién llamar. nos miramos a los ojos y tanto desierto me puso triste. no hubo oasis. tú solo, con frío y conmigo, aún en contra de tu voluntad o de tu orgullo. pero hoy volví a la piscina y al sauna y después almorcé vino francés con Elisa, que siempre dice que como es de Chile, todos los vinos le saben aguados. después reímos. creo que lo que compré ayer sólo me va a durar hasta mañana. en el tren, camino a casa, lloré de nuevo.

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