20.4.07

blanco móvil

esta mañana xavi me dijo por el messenger que mayra mencionaba al rabietario en su lugarmanigua. yo me puse contenta de que mayra leyera mi blog y de que tuviera blog y de poder leerla más seguido. después xavi me habló de lo de la publicación en papel de textos de blog. yo le conté del martes pasado, de la presentación de la revista blanco móvil en la escuela. se me olvidó decirle del contrabajo que acompañó la lectura de los textos. se me olvidó decirle que me encanta el contrabajo, que me hipnotiza. eso, xavi, creo que me gusta más el contrabajo que la poesía. pero sí, aquí acaban de publicar esa revista que es toda de textos de blogueros (no sé si son todos mexicanos). después encontré esta noticia:


¿El nacimiento de los blogs es la muerte de los libros? ¿Los blogs terminarán con las dificultades de los escritores para publicar? ¿Son los blogs el laboratorio donde los Homeros, los Cervantes o los Shakespeares contemporáneos preparan los clásicos del futuro? ¿Son el tiro de gracia a los derechos de autor? ¿Garantizan un mayor número de lectores? ¿Son el ansiado instrumento democratizador de la lectura y la escritura literarias? ¿Se incuba en esos espacios una nueva sensibilidad?
Explícita e implícitamente, estas cuestiones y otras relativas afloraron durante la presentación, el martes, del número más reciente (103) de la revista Blanco Móvil, dedicado a la ''literatura virtual": la producción literaria en los blogs.
Quizá esta es -aventuró el escritor y bloguero Geney Beltrán, uno de los presentadores- la primera recopilación en papel de textos literarios escritos originalmente en Internet.

(Aprieta aquí para leer toda la noticia publicada en La Jornada.)

1 comentario:

Hoy, artista dijo...

Varias veces he ensado qué es un blog, para mí es una forma de escritura creativa independiente de las otras. Se recibe diferente, se escribe diferente, da vueltas distintas a un libro o un artículo.Esto no quiere decir que lo que se hace aquí no se pueda transformar en libro u otra cosa, pero sentarse a escribir un blog -¡y contestar uno!- tiene un elemento exhibicionista que nos seduce a algunos y espanta a otros.