1.12.08

ciencias ocultas

para roxana, con quien no he vuelto a hablar
1. ciencias ancestrales
una vez creí que mi vida era la ciencia
el microscopio de mi abuela era un universo mágico
pasábamos horas preparando laminillas con todo lo que había en la cocina
maquillamos muchas veces la piel de cebolla con tinte vegetal

me gustaban las palabras estetoscopio y diapazón
eran parte de la rutina familiar junto a mi abuelo médico


2. ciencias neófitas
pasé muchas horas adentro de asépticos laboratorios
robábamos matraces del salón de química analítica

miraba las ventanas con gafas de seguridad
y así multipliqué mis deseos de salvar al mundo
creía posible
inventar un helado caliente para los días fríos
o construir una máquina maravillosa para hacerme transparente

me gustaba el profesor de biología
porque dibujaba en la pizarra las células más lindas de todo el edificio
aunque todos decían que era gay
yo iba a su oficina a leerle textos sicotrópicos
sobre mis hallazgos espirituales en el reino fungi

soñaba con aprender botánica
sentir la lentitud con que crecen los árboles frutales
y descubrir en las semillas dicotiledóneas
las partes de mi propio germen

siempre fui empática con los experimentos oncológicos
permití a estudiantes de premédica reunirse
en el agar-agar de sus placas petri
al otro lado de las huelgas más justificadas


3. ciencias insuficientes
me atraían las reacciones peligrosas
traté de aprender los nombres de todos los elementos de la tabla periódica
pero no tuve éxito

ahora sólo reconozco el helio de los globos en el parque
el olor sulfúrico de alguna gente que no me cae bien
o el fósforo de los crustáceos los domingos de mariscos

sé que mi cuerpo está lleno de procesos químicos
lo asumo cuando se me llena la panza de gases
o si empiezo a sudar después de un beso


4. ciencias fisiológicas
siempre tuve miedo a las epidemias contagiosas
desde pequeña mi abuelo me advirtió sobre sus riesgos
a veces confundo los términos taxidermia y taxonomía
nunca supe para qué sirven el hígado y el páncreas

me preocupa el hecho de que existe gente
que muere por combustión espontánea
[el otro día a lauri le subió demasiado la temperatura del cuerpo
y no pudimos hacer nada]


5. ciencias inútiles

quise destruir los algoritmos
la ciencia no era capaz de transformar en oro los metales más burdos
ni saber el futuro o curar enfermedades terminales
(mi abuelo médico nunca logró nada por la inminencia terrible de su cáncer)

quizá por eso preferí quedarme
con la panza haciendo ruidos no clasificados
y un montón de hiatos y palabras acentuadas
en mi registro molecular de dudas sin método científico

3 comentarios:

Anónimo dijo...

soy fan

Norka Pérez Lozada dijo...

WOW, NO SABíA QUE HABIAS ESTUDIADO TANTAS CIENCIAS. ME GUSTA!!!

cristóbal dijo...

todos morimos de combustión esontánea, unos más rápidos que otros. gracias por una metáfora tan hermosa que nunca había pensado.