22.4.09

asesinatos

para Lalas y Lorena, por haber visto lo mismo que yo vi

a cuatro calles de mi calle: contrabando de órganos humanos
narcomenudeo, prostitución infantil
un ingeniero que se viste de mujer para toquetear señoras en el metro
tacos de carne de perro
cucarachas monumentales merodeando la basura
un ave fénix que resurge de entre montañas de colillas de cigarro

he perdido la inocencia en esta ciudad
llena de niños solos que hacen preguntas filosóficas a los turistas

en esta esquina con frisos barrocos se cometió un crimen pasional
la violencia puede ser tan mágica
que hace a la gente irse o quedarse según su preferencia

yo camino por la calle sorprendida de mí misma
hay consignas de aerosol en los muros de mi barrio
reconozco las señales de la guerra en los semáforos

a cuatro calles de mi calle la ciudad se bifurca en túneles secretos
otra ciudad más sanguinaria se hunde debajo de mis pasos
los mismos niños rotos se disputan las cloacas con mamíferos roedores
el mercado vende incluso el luto de sus madres ausentes

a veces pienso que la palabra sicario tiene demasiada melodía
y que el centro histórico oculta el terror más feroz
que detrás de cada malabar baila un asesino
y sólo hay que llegar a tiempo para ver la acción

y todavía
aunque sé que matan, que asaltan
que los taxis de noche son una ruleta inminentemente rusa

la ciudad me hace cosquillas

el otro día colgamos del balcón una manta que dice ‘bésame mucho’
y era una movida política para invitarlos a todos al desarme

porque prefiero vivir entre paredes que tiemblan beso a beso
que andar contando cicatrices de plomo en las ventanas

por eso, no puedo decirte asesíname amor, porque los muertos no besan
(dicen que se ponen fríos y tiesos y no me gustan los besos así)
no puedo decirte amor, asesíname porque necesitamos estar vivos

para empezar a hacer belleza con todos los escombros

6 comentarios:

Ruben Rolando Solla dijo...

"porque prefiero vivir entre paredes que tiemblan beso a beso
que andar contando cicatrices de plomo en las ventanas"


Nicole!
un abrazo.

Anónimo dijo...

Me encanta, cabrona!

Lorena Illoldi dijo...

merci, amiga mía

y hubo un día entonces
que toda la ciudad cayó sobre nosotros
y nosotros nos hicimos líquida luz entre sus calles

oh, sí, anduvimos juntos los tres mosqueteros bautizados por ahí...

besos

Mara Pastor dijo...

este poema me asusto. recordé a un taxista una mañana de camino a casa de lauri...

elpaper dijo...

creo que este poema es bastante local y más actual que el bushwick, incluso me gusta mas
quieres publicarlo, avisanos
clark

Ana dijo...

Glorioso!