después de despedirme de ti, ayer reordené los muebles de mi cuarto para darle nueva vida y no estancarme en eso de darle vueltas a la memoria para que siga bailando su musiquita enajenante. porque tu risa resonante me retumba en el cuerpo, sigo viviendo alegremente. aunque ayer en el taxi de camino al autobús en el que ibas a irte tuviera que llorar otra vez un poco, y decirte que te cuides mucho y te quiero y voy a extrañarte, y todas esas torpes boberías que se dicen torpemente en el último minuto de la despedida. lo curioso es que para enmascarar un poco mi vacío fui al dentista a que me sacaran una muela con un alicate de mecánico y el dolor me tiene adormecida y horizontal. la muela que removieron es horrible, pero tiene pies de caminante, como nosotros.
25.6.09
19.6.09
Condena al cierre de Casa de Mora
Junio de 2009, Ciudad de México
Las poetas del megáfono, colectivo internacional de mujeres poetas, queremos dejar sentada nuestra condena a lo que consideramos un injusto cierre de Centro Cultural Casa de Mora.
En un mundo donde cada vez es más escasa la promoción de la cultura y el arte, donde el crimen, la violencia y la injusticia social proliferan sin que gobiernos locales y nacionales los combatan o velen por el bien común de sus ciudadanos; el cierre de espacios alternativos de expresión y convivencia se muestra como un ejemplo de la descomposición de nuestras sociedades humanas.
Las autoridades de la delegación decidieron el pasado mes de mayo de 2009 cerrar las puertas de una casa que da cobijo a artistas y personas que gozan del arte y que a través de ella se sensibilizan para trabajar por un país y un mundo mejor donde los valores de la cultura transformen a individuos y colectivos.
Las rejas clausuradas de Centro Cultural Casa de Mora son la triste expresión de la intolerancia y la censura. Se le ha acusado a esta casa cultural de vender libros en la calle y de abrir su azotea a personas que declaman sus versos en libertad y armonía ¿Es esto acaso un crimen?
México y el mundo necesitan poesía, el combate a la inseguridad social y económica, no autoritarismo, y menos, la clausura de espacios culturales.
Por eso nuestro colectivo exige y solicita a las autoridades abrir de inmediato las puertas de este espacio creativo; les recordamos que su deber es velar por el bien común y no por la erradicación del arte y la cultura.
Las poetas del megáfono
En un mundo donde cada vez es más escasa la promoción de la cultura y el arte, donde el crimen, la violencia y la injusticia social proliferan sin que gobiernos locales y nacionales los combatan o velen por el bien común de sus ciudadanos; el cierre de espacios alternativos de expresión y convivencia se muestra como un ejemplo de la descomposición de nuestras sociedades humanas.
Las autoridades de la delegación decidieron el pasado mes de mayo de 2009 cerrar las puertas de una casa que da cobijo a artistas y personas que gozan del arte y que a través de ella se sensibilizan para trabajar por un país y un mundo mejor donde los valores de la cultura transformen a individuos y colectivos.
Las rejas clausuradas de Centro Cultural Casa de Mora son la triste expresión de la intolerancia y la censura. Se le ha acusado a esta casa cultural de vender libros en la calle y de abrir su azotea a personas que declaman sus versos en libertad y armonía ¿Es esto acaso un crimen?
México y el mundo necesitan poesía, el combate a la inseguridad social y económica, no autoritarismo, y menos, la clausura de espacios culturales.
Por eso nuestro colectivo exige y solicita a las autoridades abrir de inmediato las puertas de este espacio creativo; les recordamos que su deber es velar por el bien común y no por la erradicación del arte y la cultura.
Las poetas del megáfono
17.6.09
madrugada
la madrugada es un manuscrito con la caligrafía torcida.
la tinta de la noche desaparece poco a poco.
el sueño invade el color de las palabras que la nombran.
cuando el sol abre los ojos, ella se asegura
de borrar sus pistas temblorosas.
yo la he visto de frente pocas veces,
pero suele dejar sílabas rotas en todas mis libretas.
la tinta de la noche desaparece poco a poco.
el sueño invade el color de las palabras que la nombran.
cuando el sol abre los ojos, ella se asegura
de borrar sus pistas temblorosas.
yo la he visto de frente pocas veces,
pero suele dejar sílabas rotas en todas mis libretas.
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