9.11.05

apología

hoy quería ir a La Tertulia pero no voy. me duele una muela (del juicio). decidí quedarme en casa aunque quería ver a Maria Silvia, a La Mala, a Luis, a Natalia, aunque quería darle un abrazo fuerte al Po-e para que se fuera a Medallo cargado de amor. decidí quedarme con las botas secas. además, hoy en el trabajo había tenido que llorar y ando afligida, conmovida. porque no me apetece calificar a un grupo de estudiantes que llevan todo el ciclo entablando conmigo una relación personal, casi íntima. porque es imbécil darle mala nota a una muchacha sin techo, la primera de su familia en ir a college, porque no tiene casa puñeta, quién soy yo para decirle 'haz la tarea'. me desgarra. y empiezo a resentir el hecho de que para ella ir a college es un fenómeno completamente diferente a lo que yo viví. que no es tan simple como estudiar para sacar sus buenas notas y aún así ella lo decide, ser la primera en su familia en ir a college, porque se imagina otra. lejos, lejos, lejos. y soy yo la que tiene que decirle mija no, hace falta más que eso, hace falta mucho más que querer para salir del gueto. te hace falta dedicar tardes de ocio a descifrar metáforas, y antes que eso, te hace falta saber escribir, saber leer el idioma de los blancos, de los hombres privilegiados del canon académico, te hace falta saber la lengua de los violadores, de los que discriminan contra ti. eso hace falta para que seas alguien diferente en esta vida y entonces, sólo entonces, alguien empieze a creer que vales algo, que eres necesaria y única al ser tú. estoy en el centro de una disyuntiva que sé que es dialéctica -como casi todo. porque si cuelgo a mi estudiante perderá la beca y si pierde la beca no vuelve a la escuela con razón. pero quién soy yo para ponerle presión y armarle una campaña si comprendo que es mucho más importante que resuelva sus medios de subsistencia. que ya tiene demasiado con no tener a donde ir esta noche, con llevar en el corazón a una madre muerta de sida, con soportar estoica los comentarios intolerantes de la gente en la calle que no puede aceptar que ella lleve en el pelo con orgullo una bandana de arcoiris. cómo la cuelgo, cómo le cierro una puerta después de saberlo. cómo. creo que por eso tampoco voy a la tertulia esta noche. quiero pensar en ayudarla aunque mi responsabilidad no sea esa, aunque mi responsabilidad sea asegurarme de que ella escriba a tiempo 13 logs.

3 comentarios:

Luis Henao dijo...

Bueno, lo catastrófico transmuta en catártico. Y las cicatrices hacen que nos duela menos la piel. Y son mapas del metro de nuestras desgracias.

Marilyna dijo...

Nicole,

Para nosotros ya la chica tiene C.

Margarita, Gilberto y Marilyna

Natalia dijo...

tus poemas rescataron tu ausencia, sombies de tertulia me preguntaron, por q leia poemas de otra poeta si nunca lo habia echo. les dije...por q ella esta aqui donde sea q se encuentre.