23.12.06

cabos sueltos


karina, xavier, yo no me quiero ir. acabo de llegar a casa de mi madre con olor a bailes negros, con cera en la cabeza y pintura en las manos. tengo certezas (bioluminiscentes) de que esto es lo que me hace más feliz. tapar los espejos. tener calor. tomar agua todos pegarle la boca al galón. nueva york es un abismo que me asusta, que me agota de pensarlo solamente. no quiero atar mis cabos sueltos. las aguas de vieques por primera vez me hicieron radioactivos los sentidos, la piel brilla con luz propia como los bichitos microscópicos de bahía mosquito, los pies se me van a lo loco, son el remolino de agua donde el mar caribe chinga con el océano atlántico en la punta oeste de las islas que conozco bien. aquí hago lo que me da la gana. tomo cosas de las góndolas sin pedir permiso. existe la posibilidad de irse al fondo de algo y ver erizos y corales. pero sigo dando largas al asunto del azul. mañana necesito agua dulce para no salarme por aquello de satisfacer estas supersticiones raras que he cogido de vieja. sigo cantando esa canción de totó: espíritu del agua, espíritu burlón. espíritu del agua, espíritu burlón. y más rapidito, espíritu del agua, espíritu burlón.


aquí. esa palabra me confunde. aquí.

2 comentarios:

Rey Andújar dijo...

... no quiero soniar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates, suavemente.
soda
r

Lorena Illoldi dijo...

Feliz, feliz navidad...
Jojojojo...
¿hace frío allá en tu tierra?
Acá está medio regular, mañana 24 amenaza con estar helado...
No se que me vaya a traer Santa...
Espero comer muuuuucho...
Abrazos, pana querida.