8 pm. en tres horas emprendo el viaje. dejar new york no es dejar new york porque aquí siempre se vuelve. la ciudad fue generosa conmigo. como aquella primera noche que llegué a casa de urayoan y alejandro sin conocerlos, y me quedé en su casa y terminamos en una fiesta en el taller de miguel trelles. o esa otra noche que lichi, también sin conocerme, me dio las llaves del apartamento donde vivía sola en brooklyn y tuve que limpiar mierda de perro por primera vez y lo hice de buena gana, una no todos los días conoce a una amiga que te da las llaves de su apartamento. o esas otras muchas veces en el sofa de la casa del poeta, ese museo de personajes que se renuevan constantemente que voy a extrañar tanto. hoy nevó. yo ando convencida de que la nieve era para mí solamente. las tres llamadas telefónicas que recibí esta mañana lo confirmaron. nevó como por media hora, lo vi desde la ventana, justo después del último baño mañanero en esta tina. fue un buen augurio. la magia sigue conmigo. brooklyn estuvo bien. me voy en el momento preciso en que el vecindario empieza a ponerse hip. he visto blanquitos con dreadlocks y mohawks caminando amenzantes y coloridos (más que yo) las calles latinas y negras de bushwick. además, abrieron dos panaderías colombianas, y la mta anda renovando la parada del tren L, que te lleva directo a union sq. y toda 14th street, corazón y acceso fácil a todo downtown manhattan. no fui a los museos y de jazz tuve solamente una pruebita. dejé a propósito y a mitad muchas ideas, paranoias, proyectos, gente. mañana amaneceré paralela en la ciudad de mexico (maxico) y nueva york será solo una raíz.
4 comentarios:
del diario de vida
Tampoco para que el que parte es todo fantástico. Siempre se deja algo atrás, una visión de las cosas que ha costado alcanzar, un sistema de relaciones, un lugar. Siempre implica una pérdida, un riesgo, y en cierta forma, un salto al vacío. ¿Por qué uno buscaba ese traslado incómodo, esa mutación auto impuesta? ¿Por qué yo misma la estaba buscando ahora, como si quisiera verme huérfana, sola, rompiendo el cordón umbilical, tarde, y sin tantas ganas de hacerlo, con los dientes, con lágrimas en los ojos?
La carta era El colgado y había que cambiar de visión.
(octubre, 26, 2003, rumbo a México)
Querida Nicole,
Tienes razón, la nieve era toda para ti. Imagínate si tu deseo fue poderoso, que ayer en la mañana los copos me sorprendieron cuando me iba a trabajar. Hasta aquí en Connecticut te recordamos y nos despedimos de ti.
Te deseo toda la suerte del mundo. Siento que eres una persona sumamente valiente y agradezco los buenos momentos compartidos. Aunque me hubiera gustado que fuesen más. Espero que volvamos a encontrarnos aquí, en Puerto Rico o en México. Quizás en otro lugar.
Debo confesar que siento una envidia terrible. Una vez mi espíritu aventurero me permitía lanzarme a proyectos como el tuyo. Ya no puedo. Los años y las responsabilidades le cambian a una la vida. Pero soy feliz por ti. Vive al máximo, como siempre. Aunque no te lo haya dicho antes…te quiero, niña y te voy a extrañar.
basta con que sea "solo" una raiz, para quedarse siempre en ti.
buena suerte Nicole.
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