ya sé, por fin, por qué tenía que quedarme un par de días más en el estado de veracruz. tenía que llegar al río en Jalcomulco, escándalo de pájaros contentos, y hablar con las señoras que llevan a lavar sus líos de ropa en la cabeza, gordas, morenas y en chancletas, y ver a la gente recogiendo leña para el fogón de cada día, todos exhibiendo sus toallas mojadas por el pueblo, con matas de papaya, matas de plátano, palos de mango en las esquinas, y casas con cuartos vacíos donde el único ornamento es una viejecita marcando el paso del tiempo en su sillón.
3 comentarios:
nada como eso verdad?
sí. nada como eso. dan ganas de quedarse a vivir.
que imagen, parece una alusinacion
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