29.9.07

la noche del taxidermista

anoche tocó desvelarse y escribir después, un poco a tientas, un poco alucinada, porque no podía dejar de pensar en que sacarle la piel a un animal puede también ser arte y no podía dejar de pensar en la gran metáfora (palabra esdrújula) que implicaba el gesto de hacer una disección.
hoy cobró vida una palabra que nunca había pronunciado en voz alta y creo, marca algo, algo cambia. o tal vez no. tal vez sólo este estar aquí, coincidir, exponerse a la intemperie, a la niebla, al azar, conjura cosas.
entonces se desata la magia de la bruja y si no puedo escribir, empieza a hacérseme poesía toda la vida. vivir así, escribir así, porque es urgente, porque las circunstancias obligan y no hay otra manera de vivirlo.
¿cómo escoge alguien dedicarse a despojar a las especies de su piel para entenderlas un poquito, para buscarse un poquito en las membranas internas que nos hacen a todos sensibles, parecidos?


Amecameca, 28 de septiembre

(más detalles coming soon.)

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