tengo atorada la melancolía y quiero llorar por ti. eres un duelo. no quiero dormir sola y te extraño. la noche es la ciénaga del miedo. yo intento el desapego, pero aquí está mi cuerpo que no sabe nada de la renuncia de los iluminados o los ascetas, mi cuerpo deshabitado cambiando cada día un poco más. ya sé
que para ser así en el espejo dejarías de reconocerme. nunca más un viaje un beso. ese era el precio de ser ésta: perder tu amor, dejarlo atrás, dejarlo todo y estar triste.
1 comentario:
cuánta puta nostalgia...
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