5.2.08

el origen del tejido

anoche fue noche de vigilia y descubrimiento. después salió el sol y volvieron a nacer todos los colores y mi piel, colgada de los pies de las ramas de un árbol con ojos multiplicados, se tiró al agua. esto fue lo que escribí bajo los efectos, casi casi sin edición póstuma:
para fede, por su cumpleaños

1.
y sin embargo el humo tropieza con mi voluntad de no llorar, de no volver a decir las cosas que he quemado en las fogatas.

lo abstracto de la memoria
la podredumbre del pasado
la polilla del recuerdo
la mansa parsimonia de las fotos

hacen trampa.

últimamente se me dificulta la habilidad para hacer algo que explote y permanezca.

no sé cómo llegué hasta aquí.

2.
anoche también quemé libros de viajes aunque ahora llegues emilio con la palabra precisa con la condición de que ésta tenga z en la última sílaba y s en la segunda: presizo escribir versos más largos. la longitud del verso tiene que ver con la lucidez.

siguen amontonándose los días letras reorganizadas de formas diferentes.

maraca, sonaja de palabras con las patitas de plástico. contigo sólo puedo hablar de cosas animales.

el momento de la decisión, el gesto. regalarnos una noche larga de un día corto en el que aparecimos sin haber hecho casi nada porque en estos días asumir el cuerpo toma tiempo
todo el tiempo comprometido al intelecto pero hace falta otra cosa. todo lo pide.

perder algo en el fuego o la inesperada muerte de un tlacuache ¿alguien puede decirme qué es un tlacuache?

venir
sólo por alejarme todavía un poco más de mis objetos. la distancia del tiempo se reduce como una caja china. yo estoy adentro. y arde el fuego azul de las quimeras. la palabra quimera siempre es azul. orión viaja conmigo. hay días que uno solamente no está listo. listo para la muerte.

la poesía de mis noches tiene otros ritmos a veces con sangre en las fauces. hoy toda la gente me inspira un ternura vulnerable.

itzel piensa que cualquiera tiene una abuela que te dijo una vez que si te pones las lagañas de un perro en los ojos puedes ver como los perros. entonces, yo hubiera podido entender lo del tlacuache y las fauces llenas de violencia.

para la poesía hay que despersonalizarse. por eso bachelard habla del agua y lo profundo y yo trato de intuir, poco a poco, a ver si los libros me dejan entrar. calmosamente. aprendiendo de ellos también algo desde el cuerpo, con el cuerpo. leo los ciclos de la naturaleza. a veces tengo que entrar en el silencio. mi corazón, mi corazón palpita, bombea sangre por todas mis ramificaciones (extremidades). de pronto me siento árbol y me sobrecrecen las hojas.

hoy inundé mis plantas. las traté con egoísmo, enajenada. les tiré un balde de agua fría en la cabeza.

se está tan bien acá, con la pluma empuñada adentro del bolsillo y la luz y la sombra jugando con el reflejo de mis lentes para ver mejor. ¿por qué es importante escribir?

quiero estar lista para cualquier sueño.

el corazón, mi corazón. la sangre contenida en nuestro cuerpo.

estoy aquí. pero no del todo.

la música se comporta de maneras descontrolantes.

de alguna forma, yo tomo en la boca la palabra brindar y después es el momento de no esperar nada de nadie.

3.
un poco de sol y un mundo de soledad donde la torre es un jardín deshabitado en el que nos duelen los dientes.

balbuceo el lenguaje de lo perdido.

el sol es también el río.

despertar con los ojos de los dedos hechos mundos. recuperar el tacto de la mano izquierda.

animalito del bosque (con pezuña), el corazón no tiene escritura.

ayer estallaron los idiomas. hoy los vuelvo a inventar.

desdibujar el cielo alguna vez es del dominio de otros elementos: el rumor del agua, por ejemplo, el color de las lagañas de los perros.

amanece uno más solo cada noche.

el silencio es todo lo que no nos pertenece.

4.
no tengo las palabras necesarias. (aquí no son necesarias las palabras.)

el cielo está hecho de fuego. luces que se vuelven pájaros y vuelan.

algún día es el día de irnos a otro lugar.

hacer y deshacer nuestras mochilas.

las semillas de los robles son pequeños centros del universo con órbitas que le circundan.

el lenguaje se rompe y se rearma privilegiando lo sonoro.

yo empiezo a emitir luz. todo palpita en el corazón, mi corazón, de las abejas muertas.

acariciar y desdibujar el viento.

ando desasociándome de los significados: ¿acostumbras llegar a conclusiones?

tengo una compulsión por tocar la fibra profunda de casi todo.

no importa que ayer la ceniza de mi poesía inundara los pulmones de la ciudad contaminada.

la hondura de las cosas despide sombras.

los libros huyen de mí como los pájaros.

todo lo vimos; todo.
había una vez un perro sapo que mató a un tlacuache.

Tepec, 3-4 de febrero

7 comentarios:

Unknown dijo...

Quizas el perro sapo sabia del cuento y no fue por vicio q lo mato:

http://descendantofgods.tripod.com/id105.html

Diego A. R. dijo...

Nicole, tu poesía ha evolucionado mucho desde que te leí por primera vez. En el proceso de desenmarañarme de todos los demonios de estructuras y formalidades que tengo dentro, has sido una amiga y un ejemplo. Te quiero mucho, bella, y también te admiro con muchísimas palabras que nunca van a ser en vano.

Emiliano Álvarez dijo...

Fue maravilloso de oirlo en voz baja ayer por la noche. o releo ahora y confirmo la primera impresión que me dejó maravillado.

María Tabares dijo...

Mucho de esto me gusta por no decir todo. Entre verso y verso se siente el silencio. Como si cada verso fuera un universo que hubiera venido a ti como cosa única, de a pocos, sin prisa y sin atropellarse entre sí. La extensión se siente no sólo en el papel, sino hacia dentro. Te preguntas hondo.

Adal dijo...

¿Por qué es importante escribir? Ay Nicole, ay Nicole. Y yo questoy a punto de la cicuta. Besúmenes escritos.

nataX dijo...

hermana madre que hermoso
yo tambien queiro estar lista para cualquier suenio
te k

Octavia dijo...

Me gusta tu blog. Vendre a visitarte muy seguido. Me encantó.