24.6.12

HOMENAJE AL OMBLIGO / 1966



HOMENAJE AL OMBLIGO / 1966 Anjelamaría Dávila José María Lima yo sé que hay importancias colgando de los libros y verdades agudas cabalgando en papeles, pero la mariposa rugiendo en las veredas es más ancha --y un beso puede más-- que cualquier diccionario. una piedra tiene más sonrisas, a veces, que todos los anuncios en las cafeterías. si los ríos florecen y si estalla la nube y deja de ser blanda no es porque lo dijeran los que atan realidades poco a poco con símbolos precisos para formar escalas. abajo siempre queda el temblor de la hoja y el silencio preñado corriendo por los túneles; abajo quedan siempre levantando montañas los hijos de la noche, diminutos y tiernos comenzando la huella que termina en papel. (…) para mi nombre quiero sepultureros grises y tajantes. es más: no quiero nombre, que me lo lleve el mar lavándolo en mi arena, que me lo arrastre el mar, y que yo sienta que estoy allí intacta, la sin nombre. que estoy allí, con vibración del golpe de la ola. con mi sabor de sal, con mi sabor de espuma, temblaste con sabor de verde mar. a solas con mi piel y con mis valles, con mis ojos adentro con mis cuencas, con mis playas ardientes, recorrida en bandadas de murmullos: desnombrada. (…) "y después, mirar todo y sentir que sujeto entre mis manos canciones de universo, que no merecen labio ni garganta, ni nada, merecen ser cantadas sólo por mi universo". así pensé una tarde cuando el sol se caía en grumos de crepúsculo en mis ojos (y los ojos me ardían). pensé sembrar canciones intensadas, canciones de alegría, de ternura, torturantes, con fuerza de huracán: sembrar un fuego hermoso, espeluznante… y cosechar las ruinas. vivir en un momento la ternura infinita de mil días. ¡y después, mirar todo! y sentir que sujeto entre mis manos canciones de universo, y cosechar las ruinas. (…) también en los ombligos acechan muertes porque la muerte se aproxima en todas direcciones con su carga inexorable de término. en cada ojo hay un final durmiendo y si a veces parece que algún labio oscurece la tumba, díaganle al peregrino que se engaña; que también hay espejismos, que la nube revienta, también en los ombligos hay espinas. los abismos se escurren inadvertidos hasta llegar de pronto con su carga de tiempo envilecido y nos golpea de súbito la cara y repite las risas una a una en sus paredes secas de caricias. ¡cuidado caminante! ni tu mismo semblante te acompaña cuando te sigue el dolor empecinado en busca de tu tuétano. ni siquiera tus huesos serán tuyos. te quitarán los ojos cuando llegues, y si acaso pensabas en tu garganta es bueno que medites --aún hay tiempo-- se escapará, será de otros y quedarás en silencio sobre arena, pero arena perdida y sin espuma. se reparten tu pelo en las esquinas, tú lo sabes, y sin embargo, crees que puedes alcanzar la orilla opuesta con la única ayuda de tu caja de ruidos especiales. (…) estoy unido a la extensión del cielo como por un cordón umbilical, y si me asustan digo lo que importa y escupo hacia abajo, nada más, porque no quiero ayes que se gasten, quiero un ay que madure y vuelva a ser. del péndulo no quiero sino el ruido, del cículo la interminable redondez, de los peces su frío, del engaño encontrármelo otra vez y quitarle la cáscara, desmontarle las piezas de su nombre y romperle su hueco, maldecirlo y que todos se le rían en la cara cuando ya no le queden lentejuelas. del dolor quiero su único dolor, el verdadero, el que no tiene dueño ni inventor. quiero al hombre por su pulgar, sin pólvora en el otro corazón. quiero dulces, espejos, trigo abierto, sin ventanas cerradas, ni letras ni estampillas postales. con destino, sin dirección del remitente. quiero la piedra sin honda, la pólvora sin plomo, la sonrisa sin muros, y de la muerte quiero lo que tiene de paz. que no perturbe nadie los rugidos, que no pongan sus uñas en la luna los que compran y venden realidades; que los que tienen bolsillos en la sangre se mueran y no asusten a los niños con sus precios; que todo vuelva a ser y que se gasten todas las monedas porque el metal está cansado de retratos. ¿por qué tiene la duda que ser mia o tuya o del otro y siempre en una sola dirección aullando? ¿por qué parir tinieblas para dejarlas luego a la intemperie? ¿por qué esas quemaduras en la piel de los niños? ¿por qué las alcancías? muérase el capataz, quede el obrero; los médicos que aprendan a sanar y si alguien quiere orinar sobre su sombra que lo haga. que cada cual haga con su nariz lo que quiera porque es suya, pero que nadie beba la sangre de los otros. que si alguien quiere tener las nalgas grandes que las tenga, pero que no le robe al vecino su mejilla, ni arrebate los pies al caminante. quiero, en fin, para mis ojos luz o sombra según me diga el corazón la fecha, y para mis oídos silencios o estridencias según dicte la uña, conforme lo desee la piel a ciertas horas. (…) crepusculando adioses. la luna desde adentro siempresola y fecunda, fuerte como la pena cierta como el futuro recordado y punzante desde el primer dolor de ojo colgado, desde el olfato duro casi sospecha y casi no tan casi de que hasta el agua misma se rompe. crepusculando así: suspensa y largamente adioses condensados en un gran labio triste sin beso de universo. ¿desde qué tiempo ínfimo? ¿desde qué hora tan fieramente extensa? ¿en qué pico de gallo remoto y primitivo se predicó el dictamen continuado de la luz inconclusa? crepusculando esperas --silenciadas-- en el casi vivir, casi no vida que acompasa al silencio. casi destino este, de vivir incompleto tan cercano a los poros como la misma lluvia, roncamente girando por el hueso más solo sumergido en la luz casi penumbra. fieramente extendidos, casi casi. Anjelamaría Dávila y José María Lima

19.6.12

Perspectivas


Cierre de enero 1975.
Los titulares del periódico leen:
Asalto a mano armada en quince bancos
Violadas dos muchachas en playa del Condado
A plena luz del día,
robo a tres autobuses repletos de turistas
En lo que va del año,
treinta ejecuciones del hampa,
69 asesinatos
Gobierno en bancarrota
Despidos en masa de dos mil quinientos
empleados públicos
(se desconocen las cifras de la empresa
privada)
El costo de la vida continúa subiendo
Descubren arsenal clandestino
en casa de urbanización en Carolina
Capturan verdugos de alquiler,
dos hombres y una mujer
Gobierno en bancarrota
El espectro del hambre
desvela a los sociólogos del mundo
Amenaza de guerra por conseguir petróleo
Gobierno en bancarrota
No podemos obviar la trayectoria.
Por ahí también
nos acercamos al ojo de la tormenta.

Olga Nolla. 

en El ojo de la Tormenta. 1976.

12.6.12

Nuestro paraíso

Mi ciudad pastilla
mis comprimidas ventanas y puertas
que no dan a ningún alba
...sino a otras ventanas comprimidas
otras puertas comprimidas
.
Esta es la ciudad que estoy mirando.
Mi ciudad amada y odiada
biblioteca de horrores
donde todos han puesto su grano de mentira,
ciudad donde nací
que detesto y amo
oye mi voz
pequeña
que no es electrónica
que te canta
y al hacerlo
tiembla
de amor suspicacia escepticismo horror desprecio
vejación asco
y
por favor:
y esto
debe leerse
como si se hablara bajito a un niño
que se nos muere:
--renace.

Luz Ivonne Ochart
en Este es nuestro paraíso ( Serie Literatura Hoy, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1981)

SÉ QUE ESTÁS LEYENDO ESTE POEMA

bajo el olmo
parada
pensando que es muy terrible el pedido que voy a hacer
pero de todas formas haciéndolo
yo miro hacia arriba y le pido peras
al olmo
a cualquier árbol legítimo que pueda ofrecerme peras
pido peras para mi mano vestida
y peras para mi mano desnuda
peras para mi seno despierto
y peras para mi seno dormido
peras para mi ojo cansado
y peras para mi ojo feliz
pero las peras nunca aparecen
y sin embargo sigo pidiéndolas
bajo el olmo
parada
pensando que es muy terrible el pedido que voy a hacer

Legna Rodríguez Iglesias
en Dos uno cero, Thesaurus Editora, 2012

6.6.12

V



La noche de San Juan
está llena de agentes policíacos.
Espárragos azules.
Es noche empistolada, amazona de pólvora.
Su ternura crepita en la miaja jurídica
del código.
Todo para que no le rompan
la inocencia a los lirios
que el sol deja sembrados en las nalgas
del muro. Para eso se hicieron los revólveres,
su pum-pum, su trac-trac y su aullido.

Recios y encabritados se clavan
bajo el ala sensual de las palmeras,
se insertan en el beso fecundo de los
novios, se imprimen en la atenta
retina del farol.

Los produce la sombra
(como el charco a las ranas)
con pisadas de cuero,
la blindada postura y el cansancio despierto.

Rigen en las aceras como altivas parábolas
decorando la noche con cordiales gruñidos,
con legajos timbrados y con jueces calientes.

Marigloria Palma
en La noche y otras flores eléctricas
1976

5.6.12

35

para volver ha habido torrenciales comentarios
humores desprendidos de mucha herida abierta
siete años son mucho tiempo
y sin querer se crece
nos nacen en los brazos nuevas hojas
se respira otro aire
ya uno no cabe aquí en el el recuerdo
en las cosas bonitas adornadas con la más frágil nostalgia
todo me es familiar no me cabe duda
que soy todo esto
y algo más que he recogido en mis viajes
ese algo se resiste a caber en esta isla
¿quiere decir entonces que he perdido
que se me salen las raíces húmedas del vientre de la tierra
que el azul de ese cielo ya no me pertenece?
lo dudo
ahora me presento cara a cara
y respetan mis sacrilegios
ahora todos hacen lo que digo
desarmados de dientes y de garras
nada toca mis bordes
qué relación total con la violencia de la libertad
qué sensación de espacio en la memoria
qué bolsillo de luz me ha permitido
multiplicar los panes y los peces
para sacarlos dulces
y alimentar a todo un ejército de seres que me piden que siga siendo libre
que les desafíe
que les dé alternativas
que les muestre un camino
                                      tocaste el mar los verdes olores
                                      a mangó y a guayaba
                                      y te encontraste en ellos
                                      y en los edificios que cobijaron tu niñez
                                                  fátima
                                                  la euskalduna
                                                  aldea del bien
                                                  jurutungo
                                                  la vilá mayo
                                                  la central
                                                  la yupi
                                                  el camino real
                                                  la tienda de domingo
el pueblo exhausto que se me desmaya en los brazos
el aquel mismo que me azotaba el culito
con una vara de amapola diciendo
                                                             niño no hagas eso
ahora entre mis brazos me dice
no me dejes caer
dame un vaso de agua
aflójame las cadenas
empuña un rifle y hazle volar las entrañas al invasor

a dónde fue el poeta revoltoso
que asomaba un ojo detrás de las guajanas
                                                  vive escribiendo piezas de un acto
                                                  en villa padres
                                                  dice que tiene un libro nuevo
                                                  de poesía
                                                  para ofrecerlo a los anaqueles
                                                  de las pequeñas librerías de río piedras
a dónde fue el que dijo tú tienes que quedarte
a dónde cuando vuelvo encuentro a todos

Víctor Fragoso

de El reino de la espiga. (1974)
en Poesía reunida. Erizo editorial. San Juan. 2012.

1.6.12

TALLER DE ENCUADERNACIÓN ARTESANAL en PUERTO RICO

A petición de algunas amigas (y para poner la creatividad a moverse mucho y bien), volveré a ofrecer el Taller de Encuadernación Artesanal I en Puerto Rico.


Habrán dos grupos de taller, en viernes y sábado.Tendrá lugar los días 22-23 y 29-30 de junio, de 11AM-4PM.

1ra sesión: costura (22 y 23 de junio)
Encuadernación cosida tradicional 
Encuadernación japonesa y variaciones 


 2da sesión: uso de pegamento (29 y 30 de junio)
Encuadernación pegada (tradicional) 
Restauración de libros viejos 

Se espera del taller la creación de un espacio de intimidad, seguridad y díalogo entre los participantes. Tiene un costo de 50.00 por persona. La facilitadora proporciona parte de los materiales, pero los estudiantes también deberán traer algunos materiales para usar y/o compartir (tijeras, papel de reuso, cartón, retazos de tela, aguja grande). 
Para que el taller sea rentable, necesitamos una matrícula mínima de 6 personas (máximo 10 por taller, por razones de espacio y para que cada participante pueda recibir atención individualizada de calidad). Si en un golpe de buena suerte resulta que tenemos a más de 10 personas interesadas, podemos organizar dos+ fechas para los talleres, no se preocupen. 
El taller sería en mi casa, Calle Loíza 1808 Apt 3-A, Santurce, PR. 

Es importante que tengan claro que éste es un taller artesanal; no es un taller de creación literaria. Se prevé la posibilidad de que en un futuro el taller pueda evolucionar en un taller de edición artesanal autogestionada, en el cual sí habría un componente fuerte de elaboración, corrección y edición de proyectos de libro, con el objetivo final de realizar ediciones pequeñas de libros individuales. 

Por favor ayuden a difundir esta información para que vayamos dándole forma juntos. ¡Gracias! 

PD: 
En estos enlaces pueden ver fotos e información de talleres anteriores en diversos espacios y contextos (talleres creativos en La Casa Feminista en la Ciudad de México, taller a maestros en Panamá, taller de encuadernación en Centro Cultural El Aleph/Tamaulipas, México, Untitled Publishing Project a jóvenes de la ciudad de Nueva York, entre otros): 
http://nicolececilia.blogspot.com/2007_09_01_archive.html http://nicolececilia.blogspot.com/search?q=taller+de+encuadernaci%C3%B3n http://nicolececilia.blogspot.com/2008_08_01_archive.html http://nicolececilia.blogspot.com/search?q=casa+feminista