29.4.09
tapabocas
poema de alto riesgo
me enferma que hoy
ni siquiera san judas tadeo (patrón de las causas imposibles)
genera suficiente fe
fase 2
el enemigo es el miedo enfermándonos de inercia
fase 3
hay que salir a la calle
hay que dar la mano
hay que dar la cara
hay que sonreír a los desconocidos
hay que hablar y hablar entre nosotros
hay que besarse mucho
fase 4
es verdad
el miedo a morir por causas antinaturales a veces nos consume
(yo también siento miedo)
pero en cada esquina de la ciudad podría dispararse un accidente
hace dos días murió un paciente de enfermedad curable:
un conductor infectado de nervios se estrelló contra su ambulancia
vale la pena decir
que en una ciudad de tantos habitantes el riesgo siempre acecha:
riesgo es una palabra multicéfala que muta de significados
fase 5
corro riesgo
de tragar una mosca y ahogarme en su aleteo inquieto e insalubre
de contraer tardíamente varicela y llenarme de volcanes virulentos
de embriagarme mucho una noche y olvidar la dirección de casa
de envenenamiento por sobredosis de jacarandas en primavera
de enamorarme de quien no debería
de mutar a favor de los temibles intereses del mercado
de volverme crédula y sumisa
de quedarme calva
corro riesgo
de perder la risa despreocupadamente en un día gris y que además,
cierren el metro
corro riesgo de que me aplaste una estampida de dromedarios marsupiales caminando por la calle australia
de noche, corro riesgo de que me secuestren los extraterrestres
o de que el perro del vecino me contagie de rabia
corro riesgo de caer en un hoyo negro cruzando la galaxia
corro riesgo de impactar a un meteorito
corro riesgo de ahogarme en llanto o morir electrocutada en medio de un orgasmo
corro riesgo de perderme en el desierto de mí misma o de perder los dientes adentro de mi sueño o de atragantarme con una semilla roja de esperanza
pero hay que salir
fase 6
el encierro también es una muerte
el miedo también es una muerte
poemas infectados
28.4.09
san judas tadeo
la tripa del cerdo
al parecer, la verdadera epidemia no es la influenza, si no la sumisión, el encierro, la paranoia, el miedo. la información disponible en los medios de comunicación es confusa y contradictoria. nadie conocido conoce a nadie que esté enfermo, y sin embargo, estornudar inocentemente (aunque sea primavera) en lugares públicos genera la dispersión automática de todos alrededor. se habla de conspiraciones, de cortinas de humo, de desviación de la atención de la ciudadanía para encubrir eventos realmente peligrosos que aún desconocemos.
por eso, hemos creado una red de información alternativa para empezar a difundir ideas, crítica, análisis y otra información relacionada, a ver si empezamos a hacer sentido crítico de esta emergencia. TRIPAS es un collage abierto, que permite el humor y la crítica en el mismo espacio. hay que ser, sobre todo, gente pensante, hacernos las preguntas adecuadas, establecer enlaces razonables entre la errática información a la que vamos teniendo acceso poco a poco. mientras siguen pasando los días y empezamos a darnos cuenta de que tal vez, sólo tal vez, (la especulación es una herramienta útil en tiempos de desinformación generalizada) nos están tomando el pelo, es necesario ser solidarios y poner el ejercicio de nuestro pensamiento al servicio de los demás.
si deseas formar parte del proyecto TRIPAS, o tienes algo que decir, por favor escribe y con mucho gusto te daremos acceso de entrada al blog para que puedas tú también compartir tus hallazgos al respecto.
25.4.09
noticias de la epidemia
10.00. Todo está más vacío
Son las diez de la manana. El corredor de los grandes museos del Paseo de la Reforma luce como si fueran dos horas mas temprano. Los mexicanos, muchos con mascarillas, hacen como que hacen vida normal pero todo esta más vacío. Parece un sábado de los de antes: menos atascos, menos histeria. Un sábado que se agradecería si no fuera porque cientos de actividades se han cancelado, y porque aún no sabemos qué rumbo tomará la emergencia decretada por las autoridades luego de que un brote de una rara gripe porcina se cobrara, oficialmente, más de 20 muertes en unas cuantas semanas.
10.02. 15 ramos de rosas
El pesero, como aca se llama a un bus de reducido tamaño, se ha ido llenando de a poco. Miguel trae dos docenas de ramos de rosas. Los vende a 4 euros cada uno, no sabe si hoy venderá igual. Está a punto de bajarse y dice que sí, que sí tiene miedo de contagiarse. No trae mascarilla pero "ya voy a comprarla". Se baja pero antes dice que no sabe si venderá lo mismo que otros dias, sus 15 ramos habituales.
10.06. Tapabocas
De los 20 pasajeros, cuatro traen tapabocas, como acá se les dice a las mascarillas. Nadie los mira con curiosidad. Javier tiene un expendio de dulces y trae la mascarilla pero enredada al cuello. "Es que tenía tos, y cuando toso sí me la pongo, para proteger a los otros".
10.13. Mascarilla azul
Primera parada. La villa de Guadalupe. Dicen que aquí se apareció la Virgen. El teniente (no quiso dar su nombre) es hoy aquí el más popular. Todos los autos se detienen. Él va a repartir 133.000 mascarillas. "La gente está agradecida, porque en las farmacias ya no hay", dice y todos los claxonazos le reclaman. Ya tengo mi mascarilla. Es azul.
10.25. Fieles con mascarilla
"Para que Dios ilumine a nuestros gobernantes sobre todo en estos momentos de enfermedades" dice un cura en el púlpito. "Oremos", responden todos los fieles que llenan las bancas. Son unos dos mil. La mitad con mascarillas.
12.56. Nada hace la santería
Me siento ridículo en el mercado de Sonora con mi tapabocas. Soy prácticamente el único que lo porta. "Mire, de lo que vendemos aquí nada sirve contra este virus. Lo único que sirve es lo que trae usted. Un tapabocas". La frase la dice Gloria Gonzalez, del puesto de santería "Botánica de Ifa y Yemaya". Un puesto donde maniquís más morenos que Obama le clavan a uno la mirada de canica.
14.00. Sin batería y sin lavarme las manos
Me he quedado sin batería. Entro en un cibercafé para seguir enviando algunas líneas, y me doy cuenta de que no me he lavado las manos en casi cinco horas. Tercera cosa que hago abiertamente mal. Las autoridades se cansaron de repetir que uno se debe lavar frecuentemente las manos. Y pagué el café, subí al pesero, saludé al encargado del metro en la villa, toqué los tubos del vagón, pagué la cerveza, toco un teclado público. Y cero lavarme las manos.
Tomado de El país, "Una ciudad sin miedo". Salvador Camarena
22.4.09
asesinatos
a cuatro calles de mi calle: contrabando de órganos humanos
narcomenudeo, prostitución infantil
un ingeniero que se viste de mujer para toquetear señoras en el metro
tacos de carne de perro
cucarachas monumentales merodeando la basura
un ave fénix que resurge de entre montañas de colillas de cigarro
he perdido la inocencia en esta ciudad
llena de niños solos que hacen preguntas filosóficas a los turistas
en esta esquina con frisos barrocos se cometió un crimen pasional
la violencia puede ser tan mágica
que hace a la gente irse o quedarse según su preferencia
yo camino por la calle sorprendida de mí misma
hay consignas de aerosol en los muros de mi barrio
reconozco las señales de la guerra en los semáforos
a cuatro calles de mi calle la ciudad se bifurca en túneles secretos
otra ciudad más sanguinaria se hunde debajo de mis pasos
los mismos niños rotos se disputan las cloacas con mamíferos roedores
el mercado vende incluso el luto de sus madres ausentes
a veces pienso que la palabra sicario tiene demasiada melodía
y que el centro histórico oculta el terror más feroz
que detrás de cada malabar baila un asesino
y sólo hay que llegar a tiempo para ver la acción
y todavía
aunque sé que matan, que asaltan
que los taxis de noche son una ruleta inminentemente rusa
la ciudad me hace cosquillas
el otro día colgamos del balcón una manta que dice ‘bésame mucho’
y era una movida política para invitarlos a todos al desarme
porque prefiero vivir entre paredes que tiemblan beso a beso
que andar contando cicatrices de plomo en las ventanas
por eso, no puedo decirte asesíname amor, porque los muertos no besan
(dicen que se ponen fríos y tiesos y no me gustan los besos así)
no puedo decirte amor, asesíname porque necesitamos estar vivos
para empezar a hacer belleza con todos los escombros
17.4.09
el insólito caso del trébol de seis hojas
14.4.09
incendiario (me gustan las palabras con "ario")
Los pedacitos de papel garabateado que hay en el interior de esta caja de cerillos son trozos recortados de las libretas que una vez fueron mis diarios (2003-2008). Son los fragmentos que se salvaron del fuego, tal vez sólo temporalmente. Adentro de la caja hay un cerillo atado con una cuerda roja, listo para iniciar el último incendio:
13.4.09
12.4.09
besindario
10.4.09
oasis
palabras negras en tus papeles sueltos
era de noche / como en muchos poemas
quise cambiar la puntuación de un texto
que imaginé que escribías
mi lengua pintándole oasis / a tu libro vacío