hoy quise pintarme las uñas de los pies. después de un largo y buen día nuyorkino, tuve un asomo de vanidad. busqué el único pintauñas que poseo y me las pinté. me gusta el color. los pies se me ven menos tristes, energizados tal vez. hoy nueva york estuvo amable. parecía un alegre día libre. caminamos por central park, oyendo viejitos tocar saxofón y mirando gente patinar como patos nadando en un estanque. luego van goghs en el museo de arte, quinta avenida en guagua y las computadoras del apple store para buscar una dirección por internet. más tarde cine y cena y el tren L de regreso a bushwick. había mucha gente en la calle y todo el mundo parecía de vacaciones. el calentamiento global no le alarma a nadie mientras afuera luce como un otoño largo y agradable. uno puede regodearse en el paisaje que revelan los árboles sin hojas, mirar las personas pasar, inventarles cuentos. lo único que faltó fue la cámara. había buena luz. nueva york es todavía una selva virgen que yo apenas comienzo a conocer. también una casa un poco tosca y ardua pero casa al fin.
no me he ido --y sé que vuelvo.